sábado, 27 de agosto de 2011

Otro algo que encontré

Una fuerza de gravedad me une a ti, pero la gravedad de la situación me mantiene alejada. Deseo ser de ti, pero el miedo que tu no seas de mi es mayor. Mi única esperanza es que en un momento pierdas el juicio y que ese instante me pertenezca. Que sea yo la oportunista que esté a tu lado cuando quieras poner los pies en el precipicio, que sea yo la que salte contigo… juntos hacia el abismo, entrelazados sin prisas ni miedo, con encendida pasión, olvidado el sosiego. Sí, morir compartiendo el último aliento, morir breve e instantáneamente una y otra vez hasta que logramos salir y regresar al sedero. Encrucijada que verá partir a tu locura y a mi deseo, fantasmas del momento, espíritus de lo imposible.

sábado, 19 de marzo de 2011

Te recuerdo

Te vi un día caminar por la calle y entrar al lugar a donde me dirigía. Aún no sé porque tuve ese instinto de voltear y fijar mi mirada en tu figura distante que caminaba de manera apresurada y ligera... siempre neurótico por adueñarte del espacio. En ese momento no le di importancia a ese fugaz momento que me conectó a ti de manera irremediable; fue hasta que te tuve frente a frente que comencé – aunque nunca lo hice tan bien como ahora – a dimensionar lo importante que fueron esos segundos, ese voltear distraído que hice desde el coche en movimiento. Sólo por este lapso empiezo a creer que quizá las cosas más significativas de la vida pasan en los momentos más efímeros.

Tiempo después, al tener la posibilidad de estar más próximos, me di tiempo de admirarte superficialmente. Admito que en ese instante no te califiqué como el hombre más apuesto, pero algo – sigo sin saber qué – no me dejó descalificarte. Lo primero que admiré de ti fueron tus ojos, tan cristalinos que se iluminaban cuando algo te causaba placer pero que en general estaban un poco obscurecidos por una nostalgia inexplicable. Incluso desde lejos tu mirada provocaba reacciones extrañas en mi, sentía como una extraña electricidad que me recorría y me aceleraba el ritmo cardiaco. Jamás consideré que me aceleraras el corazón, esa noción estaba prohibida porque era simple y llanamente una cursilería; sobre todo porque éramos un par de extraños en un cuarto lleno de gente.

A través del tiempo te he ido conociendo, no como hombre perfecto sino como uno con muchos defectos que odio; sin embargo, no me he contenido, te he adorado y no me he convencido totalmente a dejarte. Por temporadas te olvido a medias, o quizá sería más justo decir que te retiro de mi pensamiento inmediato. ¿Qué si he logrado amar a otros? Amar no, querer o estimar sí. De hecho, eso me lo recrimino bastante, porque cada vez que quiero seguir una vida fuera de tu área de influencia algo te trae a mi, una noticia, una mención, un nombre suelto por ahí (coincidentemente es el tuyo). Eres mi maldición autoimpuesta, no puedo sino culparme y absolverte.

Duele saberte por el mundo divagando, pero es insoportable el no poder borrarte. Porque siempre habrá algo que recordaré de ti… tus ojos, tus ojos… esos que tengo tan grabados en la memoria que sólo tengo que cerrar los míos para imaginarte entero. A pesar de que te veo, sólo en ese momento te tengo a mi disposición para deleitarme con la iridiscencia que emana tu mirada. Ya no me atrevo a verte de manera franca, hacerlo sería una misión suicida y una confesión imprudente.

Empero, todavía hay luz en el horizonte, no está dado por tus ojos como ingenuamente lo creí, sino en la promesa que algún día encontraré la manera efectiva de disolver estos recuerdos y continuar caminando.

martes, 15 de marzo de 2011

Fragmento de una película

Ayer encontré este fregmento de la película "El lado oscuro del corazón" (la segunda parte) que me pareció excelente y digno de ser pensado.

"- Es muy difícil.
- ¿Qué?
- El amor. ¿Cómo amar sin poseer? ¿Cómo dejar que te quieran sin que te falte el aire? Amar es un pretexto para adueñarse del otro, para volverlo tu esclavo, para transformar su vida en tu vida, ¿cómo amar sin pedir nada a cambio, sin necesitar nada a cambio?"

Personalmente aún no sé como amar a alguien sin tener esa necesidad vital de saberlo mío, aún no he podido descubrir el camino hacia un amor (verdadero) que no te deje sin aliento, aún no sé como podría no querer que su vida y la mía fueran por un solo camino y, principalmente, sigo esperando y necesitando algo a cambio antes de entegar todo.

Sí, concuerdo que es muy difícil el amor... más cuando es uno que no te corresponde. Triste, pero común, es cuando amas y no puedes dejarte llevar, sobre todo porque fluir en los ríos del amor no correspondido implicaría aceptar por de facto la pulmonía de la soledad. ¿Quién dijo que el amor es de dos? Uno sólo puede alimentar una llama que vive por años y que no se puede apagar tan sólo con una rafaga helada de indiferencia. A veces se necesita la crueldad del rechazo directo para darle muerte a esa ilusión.

sábado, 12 de marzo de 2011

En honor a ese que nunca tuve

En pro de seguir exorcizando al demonio azul, publico una entrada más que hace tiempo le escribí.

Las palabras oprimen mi pecho, me dejan sin aliento. Junto a ti me siento otra, tan tuya y tan ajena. Desgracia, eso es lo que pienso cuando pondero la situación. Tortura, estar tan cerca de ti, tan lejos de tu corazón. Si supieras que tus palabras resuenan como eco de miel en mi cuerpo, sé que dejarías de hacerlo. No me miras más, no digas otra palabra de admiración. Aceleras mi corazón, late por ti y para ti… y tú… tú sólo te quedas como un ente ajeno, sin sabe la pasión que desatas. El deseo que no se extingue, que sólo consume la carne y devora la mente.

A veces quisiera saltar a tu abismo, caer en tus labios y perder el sentido un momento ahí en tus brazos. Pero recuerdo que el calor que emanas no es para mi, tus amores no me pertenecen y que si tus brazos tiemblan no es por tenerme enredada en ti. Así que me muerdo los labios, contengo el impulso y evito tu rechazo. Tan sólo te veo, me embriago de tu silueta, me robo tu esencia, atrapo tu azul y me doy la vuelta.

sábado, 26 de febrero de 2011

Espacios

Haciendo mi tarea de emprendedor, con un whiskey en mano y música coqueta se me ocurrió esto...

Espacios
Hoypensandoentisemeolvidaronlosespacios,puesrecordécomotucuerpoyelmíoestuvieronunidosenundiscurrirdeltiempodondelaseparacióneraimposibleyelamorinacabable.Juntostúyyo,sinairedepormedio,conlosegoismosescodidosenelrefrigerador,losenojosenlasala,lasdesesperacionesenelbañoylapasionpegadaalassábanasdelacama.

martes, 15 de febrero de 2011

Obsesión

Dedicado al demonio azul, por lo que nunca fue y no será.

El saber que no es mío, que sus noches no están plagados de mi recuerdo, que mi perfume no impregna sus sabanas, que mi pasión no lo abrasa, eso me atormenta. Día y noche está ahí (en ese rincón de la mente que le pertenece), profundizando mi neurosis y alimentando mi deseo. Verle tan cerca, pero a la vez reconocer el abismo que nos separa y las cintas de la decencia que me impiden saltar me remiten a la asfixia.
En momentos de rebeldía, escapo de los nudos de la conciencia y transito el despoblado vacío de nuestra distancia sólo para darme cuenta que está hecho de piedra. Me desgarro por una caricia azarosa y me pregunto si en verdad vale la pena vagar por sus terrenos, me respondo que no, todas las veces sin excepción; pero el fuego regresa incandescente, y nubla mi juicio, y doy todo por un instante, y nazco en suplicio, y me veo indecente, y le siento distante.

Todo esto implica anhelarle y alejarme, contradicción imperante.

lunes, 14 de febrero de 2011

Random piece of something

A little something that I wrote long ago… Just a piece of a story I found it today sooo here it goes: It is said that red is the color of passion but that can’t be the truth. During the time I spent in your bed I came to realize that blue was the real shade of lust. This musing came to me first while I saw the flame heat the water and made it boil. However I came to terms with that fact when I felt the weight of your body above mine and your eyes, blue and spotless, were entirely focused on me. I know that passion – real one – can’t be red. It has to be blue as your eyes. Those spheres transport me to world of infinite pleasures, where the last frontier is only found in the skin of the other. Never in red have I explored your geography, blue always dominated the scenario of carnal desire. How fool I was when I considered that blue was the color of ice. Now I acknowledge that only in red the fire is finding its death by losing its heat. Only in red the hell of your indifference is felt.